Una mirada de misionero del Colegio Claretiano de Lima. Casi todos son bautizados, pero no conocen a su Dios y Señor. Viven como si no tuvieran fe, pocos van a misa, casi todos los alumnos cumplen con recibir los sacramentos, pero lo hacen como una cuestión social, no les dice nada a su vida, ni cambia su vivir. Vemos a las parejas en una constante desintegración familiar, quizá paso el entusiasmo de enamorados, no procuran luchar por mantenerse unidos, otros cubren su realidad, para aparentar algo que no son, mienten por el solo hecho de buscar una matrícula en el colegio que desean que sus hijos estén. Se vive de apariencias, quieren mostrar lo que no son tanto moralmente como económicamente, piensan que son las buenas relaciones y la apariencia del tener lo que da prestigio, buenas amistades, asistencias a clubes, viajes al exterior etc. La amistad que surge entre las familias están cimentadas sobre arena y no sobre piedra. Las normas no cumplen su objetivo, muchas veces se utiliz...